El baile que se impone como un estilo de vida
El lindy hop, el estilo más popular dentro de los bailes de swing, ve cómo sus seguidores aumentan como nunca en España.
Sí, el lindy hop atrapa. Quienes lo empiezan a bailar no tardan en sentirse atraídos por su música, sus figuras, su buen rollo y hasta por su look. Héctor Artal, profesor en Barcelona y ganador, junto a su pareja Sonia Ortega, del tercer puesto de la categoría Open Classic en los Campeonatos del Mundo de Lindy Hop de este año, bailaba salsa y tango a nivel profesional hasta que descubrió esta disciplina. «Me encantan el jazz y la época del swing. Su sonido alegre y los ambientes agradables en los que se practica hacen que uno se sienta bien». Y es que, a juicio de los entendidos, es mucho más que un baile; casi una terapia. Un estudio reciente de la Arizona Lindy Hop Society, que propone la práctica de estas coreografías en los colegios, afirma que «incrementa la autoestima, mejora la percepción del entorno, potencia el ejercicio físico y disminuye las dificultades de relación y comportamiento». Quizá esa sea la razón que ha motivado la apertura de una veintena de escuelas en nuestro país en los últimos 15 años y que ya haya más de 3.000 lindyhoppers españoles (se calcula que existen unos 40.000 en el mundo), principalmente en Madrid, Barcelona, Valencia y Vitoria. Una dura competencia para la bachata y el reguetón.

Más información: http://smoda.elpais.com/articulos/la-fiebre-del-swing/5369
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